Mario Salas, el estratega que propuso el “Cabezón” para dirigir al cuadro de honor, estuvo de acuerdo. Y aceptó, en su momento, que habría decisiones importantes por tomar: por ejemplo, analizar —hasta en el más mínimo detalle— las renovaciones de Agustin Orion, Jaime Valdés, Jorge Valdivia y Esteban Paredes, cuyos contratos con Blanco y Negro (ByN) caducan a fin de año.
El meta, en cierto modo, simplificó los planes y evitó un entuerto mayor, porque acordó salir porque no estuvo de acuerdo en que Salas lo calificara como el cuarto arquero.
Con los otros jugadores, cada caso es una historia. “Pajarito” quiere retirarse en Palestino, el “Mago” piensa seguir dos años (ByN podría ofrecerle la mitad) y el “Tanque” piensa superar a Carlos Caszely como máximo goleador del Cacique y, según todos los cálculos, necesitará de otro año de competición para poder lograrlo.
El problema es que cuando Espina asumió su rol, el presidente era Gabriel Ruiz-Tagle, es decir, tendría el máximo apoyo para darle curso al “60-40”. Hoy, con Aníbal Mosa en el sillón, la historia podría variar, porque fue el comerciante de Puerto Montt quien repatrió a Valdivia y quien renovó la carta del capitán, a mediados de 2017.
La interrogante que ronda en Macul es clara. “No sabemos cómo va a reaccionar Salas ante la idea de renovar a jugadores que, cuando llegó, estaba más o menos claro que no seguirían…¿Aceptará o terminará imponiéndose ante la idea de los mismos referentes?”, se preguntan en el complejo de calle Marathon.
En ese contexto, aparece la campaña en el torneo nacional. En un comienzo, el equipo se vio mejor —más dinámico y con mayor presión, como pretende el estratega— sin los grandes ídolos de la institución. “Tras el receso sucedió lo de Orion, el camarín ya no fue el mismo y no hemos ganado ningún partido”, reflexionan en el Macul. “Los más ‘viejos' están molestos con el técnico, porque los expone mucho en la revisión de videos. Hace una semana, le pidió a uno de los experimentados que opinara sobre los movimientos de un compañero. El le dijo que no estaba para eso, que el técnico era él. Salas se enojó: le contestó que tenía que hacerlo porque se lo estaba ordenando… Hubo un silencio tremendo”.
En el Cacique saben de la urgencia por ganar hoy, a Unión Española, pues un nuevo traspié le daría la opción a Universidad Católica para despegarse todavía más en el primer lugar. ¿Salas? Para ByN, la situación del técnico no tiene doble interpretación. “Su puesto, hoy, no está en discusión. El vino por dos años y la idea es que los cumpla”, aseguran, categóricos.
El meta, en cierto modo, simplificó los planes y evitó un entuerto mayor, porque acordó salir porque no estuvo de acuerdo en que Salas lo calificara como el cuarto arquero.
Con los otros jugadores, cada caso es una historia. “Pajarito” quiere retirarse en Palestino, el “Mago” piensa seguir dos años (ByN podría ofrecerle la mitad) y el “Tanque” piensa superar a Carlos Caszely como máximo goleador del Cacique y, según todos los cálculos, necesitará de otro año de competición para poder lograrlo.
El problema es que cuando Espina asumió su rol, el presidente era Gabriel Ruiz-Tagle, es decir, tendría el máximo apoyo para darle curso al “60-40”. Hoy, con Aníbal Mosa en el sillón, la historia podría variar, porque fue el comerciante de Puerto Montt quien repatrió a Valdivia y quien renovó la carta del capitán, a mediados de 2017.
La interrogante que ronda en Macul es clara. “No sabemos cómo va a reaccionar Salas ante la idea de renovar a jugadores que, cuando llegó, estaba más o menos claro que no seguirían…¿Aceptará o terminará imponiéndose ante la idea de los mismos referentes?”, se preguntan en el complejo de calle Marathon.
En ese contexto, aparece la campaña en el torneo nacional. En un comienzo, el equipo se vio mejor —más dinámico y con mayor presión, como pretende el estratega— sin los grandes ídolos de la institución. “Tras el receso sucedió lo de Orion, el camarín ya no fue el mismo y no hemos ganado ningún partido”, reflexionan en el Macul. “Los más ‘viejos' están molestos con el técnico, porque los expone mucho en la revisión de videos. Hace una semana, le pidió a uno de los experimentados que opinara sobre los movimientos de un compañero. El le dijo que no estaba para eso, que el técnico era él. Salas se enojó: le contestó que tenía que hacerlo porque se lo estaba ordenando… Hubo un silencio tremendo”.
En el Cacique saben de la urgencia por ganar hoy, a Unión Española, pues un nuevo traspié le daría la opción a Universidad Católica para despegarse todavía más en el primer lugar. ¿Salas? Para ByN, la situación del técnico no tiene doble interpretación. “Su puesto, hoy, no está en discusión. El vino por dos años y la idea es que los cumpla”, aseguran, categóricos.